Tecnología RFID
La tecnología RFID o “Identificación por radiofrecuencia” es la tecnología que nos permite identificar cualquier objeto de forma inalámbrica utilizando datos transmitidos a través de las ondas de radio.
Los activos u objetos a identificar han de ser marcados o etiquetados con etiquetas RFID que contienen datos digitales codificados, los cuales son capturados por un lector RFID a través de las ondas de radio, identificando así el objeto.

En muchos aspectos, la tecnología RFID se asemeja al sistema de identificación usado por el código de barras, ya que los datos de una etiqueta son capturados por un dispositivo que almacena la información en una base de datos.
Sin embargo, en el caso del RFID, existen varias ventajas sobre el sistema de códigos de barras, siendo la principal el hecho de que la información de las etiquetas RFID puede ser leída incluso fuera de la línea de visión y en grandes cantidades por segundo, mientras que los códigos de barras deben alinearse con un escáner óptico y han de ser leídos uno a uno.
COMPONENTES FUNDAMENTALES DE UN SISTEMA RFID
Una vez tenemos la idea básica del funcionamiento de la tecnología RFID, veamos los componentes fundamentales que hacen posible su funcionamiento.
ETIQUETAS RFID
Las etiquetas RFID se utilizan para marcar un objeto que queramos identificar o seguir en el futuro. Esto se consigue adhiriendo o colocando una etiqueta RFID al objeto en cuestión, de modo que cuando un lector interactúe con esta, la información contenida en la etiqueta será leída, procesada y cotejada en la base de datos, reconociendo la identidad del objeto al cual la etiqueta está adherida.
El funcionamiento de las etiquetas RFID está diseñado para transmitir datos al lector RFID, ya sea activamente emitiendo su información de forma constante, o esperando de forma pasiva que las ondas generadas por un lector le aporte la energía necesaria para devolver la información contenida en su interior.
Suelen estar compuestas por los siguientes elementos: Un circuito integrado, una antena y un material protector que mantiene ambas piezas unidas y las protege de diversas condiciones ambientales. Las etiquetas RFID activas, vienen además con una fuente de alimentación propia.
El material protector depende de cada aplicación, por ejemplo: Las tarjetas de identificación de los empleados, las cuales contienen una etiqueta RFID en su interior, suelen estar hechas de plástico duradero, y la etiqueta está incrustada entre las capas de plástico.




Además, las etiquetas RFID vienen en una variedad de formas y tamaños. Pero la diferencia principal se encuentra en su forma de alimentación.
Las etiquetas pasivas son las más utilizadas globalmente, ya que son más pequeñas y menos costosas de implementar. Las etiquetas pasivas no tienen una fuente de alimentación y deben ser «alimentadas» por las ondas de radio generadas por el lector RFID antes de que puedan transmitir datos.
Las etiquetas RFID activas tienen una fuente de alimentación integrada (por ejemplo, una batería), lo que les permite transmitir datos de forma continua en todo momento, pero su coste es más elevado.
Para información más detallada sobre las etiquetas RFID puedes dirigirte a los siguientes artículos:
LECTORES RFID
El lector RFID, el cual se puede considerar como el “cerebro” del sistema RFID, tiene dos tareas fundamentales:
Generar una señal analógica con una potencia y frecuencia concreta que será enviada a la antena RFID para que esta únicamente la convierta en ondas de radio (o en algunos casos campos electromagnéticos) y sean emitidas en busca de etiquetas RFID en el entorno.
Convertir las ondas de radio recibidas por la antena RFID provenientes de las etiquetas RFID del entorno, en datos legibles. Estos datos recogidos de las etiquetas RFID son además transferidas por el lector a través de una interfaz a un sistema informático, donde la información puede ser almacenada en una base de datos y analizarse posteriormente.
ANTENA RFID
La antena RFID es el brazo ejecutor del lector RFID. Es la herramienta mediante la cual la señal analógica generada por el lector se transforma en ondas de radio (o en algunos casos campo electromagnético) con una potencia y frecuencia exacta.
A su vez, la antena también actúa como el receptor de las ondas devueltas por las etiquetas RFID del entorno que son transmitidas al lector.
El haz de la señal emitida y los dBi vienen marcados por el diseño de la antena.
En algunos sistemas, un solo lector puede estar conectado a múltiples antenas, cada una situada en un sitio estratégico, de forma que toda la información enviada o recibida por las antenas es controlada por el lector.
¿CÓMO FUNCIONA LA TECNOLOGÍA RFID?
La tecnología RFID forma parte de un grupo de tecnologías conocidas como “Identificación Automática y Captura de Datos” (AIDC). Los métodos AIDC se usan para identificar automáticamente cualquier objeto, recopilar datos sobre estos e introducir esos datos directamente en los sistemas informáticos de forma automática con poca o ninguna intervención humana. Como hemos mencionado anteriormente, en el caso de la tecnología RFID, el medio usado para lograr esta interacción son las ondas de radio.
A grandes rasgos, y poniendo como ejemplo un sistema RFID sencillo con una etiqueta, un lector y una antena, la manera en la que este sistema interactuaría entre sí para su correcto funcionamiento sería el siguiente.
El lector RFID envía una señal analógica con una frecuencia y potencia concreta a través de un cable a la antena RFID. Esta señal analógica es transformada por la antena en ondas de radio y emitida al aire con un haz y unos dBi propios del diseño específico de la antena.
Cuando la onda alcanza un tag RFID, esta hace que la antena incrustada del tag vibre, energizando el circuito integrado del tag, y haciendo que la información contenida en la etiqueta sea enviada de vuelta mediante una onda de radio. Este proceso de “respuesta” del tag se denomina backscatter, y dependiendo de las diferentes variables presentadas hasta este punto, la intensidad del backscatter puede variar considerablemente.
Si el backscatter es suficientemente potente, la antena recibirá esta señal y la transmitirá directamente al lector a través de un cable. El lector interpretará la señal y la convertirá en datos legibles, los cuales contendrán la información enviada de vuelta por el tag, completando así el circulo e identificando el objeto al cual se ha adherido la etiqueta en cuestión.
APLICACIONES DE LA TECNOLOGÍA RFID
La tecnología RFID se utiliza en muchos sectores para realizar tareas como:
– Gestión de inventarios
– Seguimiento de activos
– Seguimiento de personal
– Control de acceso a las áreas restringidas
– Insignia de identificación
– Gestión de la cadena de suministro
– Prevención de la falsificación (por ejemplo, en la industria farmacéutica)
– Sistemas ani-hurto
– Sistemas de tele-peaje